La energía solar es la que proviene de la radiación emitida por el Sol que llega a la Tierra, convirtiéndola en una fuente renovable inagotable. Dada su disponibilidad, parte de esta puede ser convertida en electricidad o calor.
Por un lado, celdas fotovoltaicas pueden transformar la luz solar en electricidad para uso y consumo en hogares. Por otra parte, colectores solares aprovechan la radiación para calentar agua, que puede ser utilizada en baños de una vivienda, o como agua caliente sanitaria.
En los últimos años, el aprovechamiento del recurso solar se ha masificado de forma importante en varios países, siendo China, Japón, Estados Unidos y Alemania los que lideran la generación eléctrica a nivel mundial.
En Chile, el uso de esta energía también ha aumentado de manera significativa, en gran medida debido a que el norte del país posee los mayores índices de radiación del mundo. En el sur en tanto, la capacidad para generar energía no es menor, siendo similar a la de países europeos como el caso de Alemania, que están muy avanzados en el desarrollo de esta energía.